Juan de Dios Sánchez Jurado: El Salto de las cabronas

El Salto de las Cabronas. Por Juan de Dios Sánchez Jurado

1

El general dice que no quiere otro chico mariposa. Son muy raros y vienen con sus cosas. Alza la mano si tú estás gozando mariposa. Alza la mano si tú estás gozando. Las maricas sabemos lo que hacemos en las noches de luna riendo como una D. El general nos tiene miedo porque somos cabronas y sabe que nos lo vamos a comer. Bienvenida amiga al baile de las cabronas. Las que saltan del cerro cimarronas las que ponen el mundo a gozá. Alza la mano si tú estás gozando cabrona. ¿Estás gozando? Dime cabrona estás gozando del golpe chacarero que enfrentas con la potencia de tus potrancas porque podemos ser tan yeguas como nos dé la gana. Tan caballotas. Tan acaba bicho. Tan cimarronescas de aventarnos por el cerro abierto al infinito por el Cerro de la Popa aventarnos aventarnos en popa en popa en popa aventarme del cerro pa tragarme a la ciudad que ocurre que ocurre toda dentro de mí cuando la tengo adentro. La ciudad que ocurre dentro de mí cuando la tengo adentro cuando adentro la tengo la ciudad ocurre cuando me le tiro en popa y la pongo a gozá con mis cabronerías con mi baile de caballota en celo con nuestro baile amiga con nuestro baile de pies alisando la tierra y nuestras manos mis manos creando la brisa pa espantá los mosquitos pa ser palmera que goza que goza que goza palmerenturienta.

Palmerenturientísima. Sin necesidad de estar en calor me lanzo del cerro de la popa como una becerra como la becerra que soy y ustedes conmigo esta noche también del verbo ser o estar perras igual que yo pechugonas y alonas. Alonas y de pechuga tiernota por la exageración de la manera en que se nos mueven los músculos cuando respiramos cuando tomamos aire pa lanzarnos cimarronescas cimarronescas borrascosas al tanto de nuestras cumbres de nuestras cumbres musculosas porque nos ha tocado un jornal sin estipendio y nos hartamos. De la explotación del general nos hartamos.

Nos hartamos de la explotación del jornal que nos somete a trabajar la tierra pa enriquecer a otro al general. Vaya vaya bonita la melodía esa buscando la A por qué salió la A y no sé a dónde va. Yo sí sé. Ellas van a donde aterrizan las que decidieron saltar cimarroneras cabronas mías huyendo del jornal sin estipendio al refugio de la libertad. Porque preferimos saltar desde aquí pero no irnos de aquí. Saltamos de la Popa hacia la Popa pa venir a bailar aquí solo para acerar y acercar nuestros músculos para volver a nuestra tierra y reclamarla como nos es debido por todo lo que nos es debido los inveteradamente acumulados estipendios que tienen que repararnos darnos el cúmulo de nuestros estipendios inveteradamente adeudados con prestaciones incluidas con la salud la educación y todo lo que el general dueño de la tierra tenía que pagarnos si quería enriquecerse a punta de robarnos nuestro estipendio además de ya estarse robando nuestro valor por cabeza con nuestra propia aquiescencia. Pero se trata de un derecho irrenunciable. Las prestaciones sociales son un derecho irrenunciable. Lo dice su misma ley. La ley escrita por los mismos generales. El valor de nuestra cabeza. La cabeza que mueve el cuerpo que ara la tierra que la siembra que la cosecha pa que otro se enriquezca pero no más no más no más de hoy en delante y hasta más que para siempre saltamos cabronas pa reclamar la sal que nos merece. El saquito de sabor que vinieron a robarnos como siempre esos que quieren ser dueños de su tierra y de la tierra extranjera al sur y al otro lado del charco y de lo que de esa brota las cumbres las cumbres que brotan de la tierra la Popa nosotras sus borrascosas cimarronescas.

2

Brisa de marzo en Cartagena mujer. Cartagena de Indias Catalina. Te digo que si te unes a nosotras tú te algareteas Catalina. Sí mujer tú con nosotras enestico te liberas. Somos una sociedad cerrada mas no secreta cerrada mas no exclusiva. Ven Catalina mira india nuestro frondoso aposento. Nos lanzamos en popa y en popa reclamamos la sal que nos merece. La sal que nos merece con todos sus intereses generados hasta ahora la mora desde el día uno en que nos rompimos el lomo por el oro hasta el día en que sea efectiva la paga de todas nuestras acreencias. La deuda que nunca les reclamamos por habernos dejados embobar con su mete el dedo en nuestras bocas. En los portales de nuestras lenguas. Nos han querido mantener cerradas sitiadas justo por donde nos sale la voz. Los portales de nuestras lenguas. Su fe mete el dedo en la boca y te pone a babear babear babear pa que te embrutezcas y creas que no puedes ser cabrona que no hay opción de escapar esa es la fe que nos enseñan la fe de que no hay otra vida más allá que la de romperse el lomo pa que otro el general se enriquezca y pa que no pidamos el estipendio sino que antes por el contrario aceptemos el robo de nuestro valor por cabeza el excedente que produce nuestro trabajo y además trabajemos pa pagar sus rentas que nos hacen proletarias pa que sostengamos su epidermia pa que su epidermia pueda habitar en castillos grandes lejos de la enfermedad. Romper el lomo de tanta india Catalina pa que dos o tres generales vivan lejos de la enfermedad de las enfermedades que surgen de habitar en lo podrido.

Entre más lejos de lo podrido vives más gente hay debajo tuyo sosteniendo tu epidermia. La de tus nalgas malparido general las que sientas en inodoros de oro que se llevan bien lejos tu mierda mientras que un culo de poco de gente vive en ella. En tu mierda que les envías alcantarilla de porra por eso nosotras las cimarroneras nos emancipamos del látigo del jornal sin estipendio y volvimos a la tierra que nos pertenece. Por eso saltamos cabronas pa ir por encima de cualquier regla. Saltar. Cabronas. Brincar. Por encima de cualquier regla. Acceder al orgasmo de las alturas profundas de esta selva. El que se repite tres veces. Tres veces como se repiten los conjuros. Conjuros como el que sirve pa hacerse invisible. Tres veces.

Conjuro que yo soy una mujer de palabras escapada de las palabras. Las palabras son mi perra y a mi perra les gusta el dembow con que las armo pa que puedan hablar. Conjuro:

Vamos a reclamar la tierra a la tierra a reclamar nuestra sal. Cimarronescas. Borrascosas. Saltamos cabronas después de tres vueltas de carnera y ningún flap ningún flap ningún flap no nos vamos por ningún agujero agujero agujero nos devolvemos a la tierra a reclamar la sal que nos merece porque en el salto perdimos la fe por fin nos la sacamos de entre las cumbres de entre las carnes en las que nos vigilaba detectivesca esa fe. Esa fe arzobispera. ¿Dónde están las chicas mariposas raras que se van a comer al general?

Siente la brisa Acólita. Siente cómo te silba alrededor del cuerpo te para los pelitos verdad. Que estamos a finales de marzo y no hemos dejado ir a los Alicios. Los hemos retenido pa avivar la fogata en la que pondremos a cocinar al general. Ahora podemos controlar los elementos. Andamos aquí en la Popa como perras por su casa Acólita. Ahora el Cerro de la Popa es nuestra tierra. Esta selva negra es nuestra madre. Esta selva negra es nuestra madre. Es nuestra madre esta selva negra. Solo piensa en eso piensa que si te quedas con nosotras en la Popa pronto vas a estar como una cangreja viendo la Ciudad Abajera desde la más alta posesión. El Cerro de la Popa es nuestra más alta posesión. Andamos como perras por nuestra casa.

Desde que te fuiste Catalina no dejó de cantar una canción triste. Mis ojos lloran por ti. Te extraño mucho Catalina. En Cartagena todos te extrañamos. En Ciudad Abajera como tú le dices. La canción triste me persigue. Mis ojos lloran por ti retumbando dentro de la canasta hidráulica de un taxi con luz azul interior y un taxista que no tiene vueltos.

Acolita esa canción también dice que las olas vienen y van así que sécate las lágrimas. Aquí en la Popa cada una hace su viaje como le da la gana. Cuando hay problemas los hablamos los dialogamos Acólita pa eso inventamos nuestra propia jerga y también a veces nos peleamos y nos ponemos de patio a patio de pretil a pretil a cantarnos unas cantaletas rabiosas y por un tiempo mantenemos en secreto que nos queremos pero después eso nada más basta un carnaval del dos de febrero pa que nos reconciliemos. Tú verás cómo haces tu viaje. Yo lo que te estoy diciendo es que no te lo pierdas. Te estoy invitando a quedarte en la Popa. Mira que eso no es a todo el mundo. Nos piden que escojamos sabiamente. Y pues a medida que recuperamos más tierra podemos recibir más nosotras. Pero necesitamos más nosotras pa poder recuperar más tierra. Necesitamos más nosotras pa poder recuperar más tierra. Necesitamos más nosotras. Como las olas del mar Acólita como vienen y van a algunas les da igual llegar a la orilla de la playa otras lo dieron por hecho luego de haberlo deseado solo estaban esperando a que se cumplieran los tiempos. Los compases de la marea. Esas son las dos formas de la paciencia.

Catalina ¿de qué me hablas? No entiendo nada de lo que dices.

Ay pero sí serás cerrada Acólita. Te tienen sitiados los portales de la lengua. Saca la lengua Acólita saca la lengua. Escúchame bien lo que te estoy diciendo. Escúchalo. Párale oreja. Fíjate en los sonidos de lo que te estoy diciendo no en las palabras. Se trata de una clave un lenguaje secreto. Es el conjuro que rezamos las que lo deseamos. Las que saltamos en popa y recuperamos la Popa nuestra más alta posesión la que todos los propietarios generales de la ciudad abajera desean. ¿O es que eres una gallina? Porque si es así pa echarte con los terminators y los robocops al sancocho. Los robacocos esos. Los rompecocos ejércitos del general que se nos meten aquí pa tratar de desalojarnos. Pero sus edictos no tienen valor aquí. A algunas de nosotras les hicieron sangrar los ojos Acólita. ¿Que más quieres pa entender que necesitamos tu fuerza? Mira nada más cómo llegaste hasta aquí. Ningún terminator o robocob te vio cruzar la frontera. Hiciste el conjuro tres veces como te lo indiqué y además en esta noche que tenemos la luna correcta.

Cuentan las mayores que el humo no nos delató Acólita fue una señal que les dimos pa que los propietarios generales de Ciudad Abajera supieran que estábamos aquí. A punto de saltar en popa hacia la Popa. Con sus terminators y sus robocobs armaron un ejército pa desalojarnos de esta tierra. Hasta acá se nos subieron. Disque porque éramos una invasión. Un asentamiento ilegal. Así hablaban de nosotras en los periódicos. Pero esa vez nosotras también teníamos el fuego la pólvora de nuestros cuerpos acerados y acercados rozados para iniciar la candela. Prendimos el fogón pa que supieran que estábamos aquí. Decían que era un cabrón lo que adorábamos pa borrar nuestra historia Acólita. Pa que no se supiera que un culo de poco de mujeres maricas mariposas raras les ganaron la tierra. Pero nosotras ganamos. Aunque nos sitiaron resistimos y cada vez recuperamos más tierra. Nuestro anillo se dilata. Pilas Acólita. Quédate no seas pendeja. Aquí vas a ganar. Te lo prometo. Mira deséalo conmigo. Así como te volviste invisible para llegar aquí. Los burlaste. Repítelo tres veces.

Dirán que un cura nos botó de aquí. Un arzobispo secundado por el general y su ejército de terminators y robocops se nos meterán al rancho si los dejamos. Si antes no los quemamos. Si antes no nos los comemos a esos rompecocos. No ves todos los chichones que tenemos en la cabeza. Esas máquinas que atacan para proteger la propiedad de los ciudad abajeros con sus armaduras robóticas máquinas de guerra nos dan en la cabeza y nos la parten nos la parten a punta de macana eléctrica y nos cansamos Acólita nos cansamos. O vas a seguir creyendo lo que dicen los periódicos de ciudad abajera. Lo que allá nos enseñan pa que no deseemos estar acá. Para no contemplar el deseo de dar el salto a la popa. Dicen que nos dan en la cabeza porque nos están cuidando. No Acólita. No. No podemos ser tan pendejas.

Una advertencia escrita en la piedra que hay debajo de esta selva:

Sin nosotras aquí en la Popa el general y el arzobispo con sus terminators y sus robocobs regirían esta montaña y esta montaña se secaría. Si ellos dominaran aquí la selva se volvería rama seca un desierto sin remedio. La Popa se convertiría en una piedra y a esa piedra tendrían que inyectarle cemento pa sostenerla. Echaran a la gente que intente vivir aquí dirán que ellos secan la tierra por armar sus cambuches cuando la verdadera razón de la sequía será la iglesia. La iglesia que clavarían en la Popa si el general y el arzobispo rigieran esta tierra. La Iglesia convertiría esta selva en piedra por eso debemos defenderla. La Iglesia que ellos construyan aquí erosionaría está montaña. No podemos permitir que la selva negra desaparezca. Ella nos parió. No podemos hacer más que defenderla para permanezca. Aunque sea agotador. Es el destino de una ciudad sitiada. La Iglesia secaría esta montaña cuando ahora es tan frondosa. Es la Popa una alta enorme y espesa embarcación vegetal emergida del mar. Y nosotras aquí en el cabroneo. Adorarían una de sus imágenes virginales aquí. Borrarían el nosotras tan cabronas que en esta tierra hemos sembrado. Solo si quitaran la Iglesia la piedra volvería a ser selva. Solo si quitan la Iglesia la piedra volverá a ser selva. Solo si quitaran la Iglesia la piedra volvería a ser selva.

¿Y cuál sería la solución para que la popa vuelva a ser selva Catalina?

¿Pero es que no oyes lo que te estoy diciendo Acólita? Si quitan la Iglesia la piedra volverá a ser selva. Frondosa como es ahora un enorme galeón andando sobre el mar lleno de flores silvestres brillantes oropeladas con bichitas negras que les caminan entre los pétalos pa picarlas pa hacerles el amor. La montaña dejará de secarse y las indias cimarronescas podrían volver a vivir aquí tranquilamente igual que antes antes como estábamos antes de que llegaran los robocobs y los terminators del general y el arzobispo. Acólita la vida es solo un fugaz instante. Son solo dos días. ¿A qué le temes?

Las señales de humo. La Popa se está quemando. Tenemos que decir esto en clave de música pa que quede guardado en la memoria y se repita cuando sea necesario cuando quiten la iglesia y las cabronas vuelvan a subirse a la popa a reclamar el lugar de adoración el lugar donde veníamos a adorarnos a nosotras mismas una por una según su propia concepción de libertad como era antes de que en Ciudad Abajera clavaran una iglesia y tuviéramos que escapar de allí so pena de que nos quemaran ellos a nosotras y venir aquí a la Popa escapadas de sus reglas. Con nosotras aquí la selva recupera su lugar. El cabrón es el que afirma soñar que una virgen le pidió construir una iglesia en el lugar más alto de Ciudad Abajera. Una estación de terminators y robocobs que pudiera verse desde todo ángulo. Una propaganda. Una advertencia. Pero no les vamos a dejar Acólita no les vamos a dejar que nos arrebaten esta altura frondosa pa que vengan a clavar su iglesia.

Pero Catalina nosotras podemos hacer nuestro espíritu en otra parte. Lejos.

No hay otra parte Acólita no hay otra parte a todos los márgenes irán a buscarnos y de esa tierra también intentarán apoderarse. Acólita no hay escapatoria por eso es tan grande la olla de nuestro sancocho porque los vamos a quemar apenas los terminator y los robocobs del general arzobispo pongan sus robóticas patas aquí les vamos a prender candeeelaaaa candeludaaaa oye oye la canción de las Tripita y Media:

Aquí no va a clavá ninguna iglesia su caseta / el que se atreva azararnos el bonche lo echamos en la olleta / y si no echan pa tras sus tanquetas / los ahorcamos con sus corbatas / y hacemos que se disparen el pie con su propia metralleta.

Nosotras tenemos el poder pa controlar los elementos Acólita escucha escucha lo que canta la Usia Cabrona:

Usia cabrona le canta a este escondío /este escondío de las diosas de la selva / Diosas más antiguas que este gesto mío / sacarle y sacarle la lengua a la caseta de la iglesia / la caseta de la iglesia que se la metan / que se la metan por donde les quepa / aquí nosotras defendemos nuestra tierra / la madre paría de todas estas de todas gestas / Alza la mano si tú estás gozando.

Esa Usia Cabrona sí inventa verdá Acólita coge las frases del discurso y las tira improvisadas sobre la percusión como se le vienen a la cabeza. Aquí a todas nos posee la palabra. Tú misma lo vas a experimentar hablar en lenguas ya te he dicho no es lo que dicen sino como suenan. En la repetición Acólita en la repetición está la mecha que enciende la candela.

Nuestra salvación está en el eco que viaja en el aire y con más cabronas se devuelve. ¿Viste tú? ¡Ahora estoy yo rimando también Catalina! Ay Catalina como quisiera comerte todo el cuento que me echas.

No soy sola yo Acólita somos todas estas todas gestas maricas mujeres mariposas raras indias negras. Y las que nunca pasaron hambre como tú y por eso creían que eran libres en Ciudad Abajera y ahora están aquí echándole fresco a la leña. Míralas dándole jonda a esos abanicos de paja Acólita pa que nunca se apague la candela en donde veremos flotar la sotana del arzobispo y el uniforme estrella del general comemicos como le dicen sus superiores. Ven Acólita ven que nos toca subirnos a nosotras a la tarima. ¿Te atreves a saltar? Ahora te toca hablar. Súbete a la tarima. ¿Te atreves a saltar cabrona?

¡Catalina! ¡Catalina!

3

Vamos por más historias Catalina / loca candonga / Tu brillo es puro / puro son de la loma / negra la selva que te parió. Aquí cada una viene a descubrir su voz. A armar una voz con todas las voces que escuchas en tu cabeza. Buscar una manera de transmitirlas todas pa que todas tengan poder. Una democracia de a de veras. Con la sonrisa D de la media luna leopardo moviente que sus manchas transitan animación desde la cadera hasta la cabeza. De lomo a lomo. Yo finalmente creí en el nosotras que celebramos aquí en la Popa y sentí la brisa la brisa de marzo y sentí en mis manos el poder poder poder de controlar los elementos y salté salté salté como la cabrona que soy del cadáver a la salud un brinco. Di el salto di el más putas de todos los saltos el menos valeverga el más india negra mujer marica mariposa rara. Ay Catalina ya estoy desvariando. No. No no no no estoy loca. Desvariando no. Esta es la cora de mis voces incluyendo la de las cucarachas. Así funciona nuestra anarquía. No necesitamos reglas. Somos cabronas. Cabronas que yo no iba a ser cabrona pa ser inocencia que hasta las cucarachas tienen alas y si se hartan de arrastrarse en una alcantarilla se van volando. Se van abriendo de esa vuelta. Del jornal sin estipendio. De la explotación de la tierra pa enriquecer al general. Se trata de que por fin somos todas voces aquí. Cantamos y bailamos cabronas pa impedir que nos claven la iglesia. Nos sumamos a nosotras pa saber que somos individuas. Nos sumamos a nosotras. Nos sumamos.

Y de vez en cuando nos asalta la duda. La duda de si la forma en la que estamos haciendo las cosas nos está funcionando para el bien individual y colectivo. Es como una revolución francesa pero bien hecha sí me entiendes una revolución antiesclavista. Yo un día estuve en tu lugar Filomena. Yo algún día tampoco creí ya así tan fácilmente pero te lo digo Filomena. Si te unes a nosotras verás el reflejo de la luz en las nubes que leopardan la sonrisa D de la luna. Por eso debes estar pendiente del cielo. Pa hacer el conjuro en la noche correcta. Yo antes tampoco creía Filomena. Mi Filomé linda. Te acuerdas que te decía así cuando chiquitas.

Cuando tú todavía vivías en Ciudad Abajera Acólita.

Eso fue hace mucho tiempo Filomena. Y a ti ni siquiera te gustaba que te cortara el nombre. Ya no somos esas pelaitas. Yo desde que vivo en la Popa estoy en mi yeré. Vas a ver apenas entres aquí la cabeza se te microfonea mija ponle la firma que tú si te quedas con nosotras ese moñito tú te lo sueltas. La cabeza se te microfonea. El sabor de la libertad te va a quedar gustando Filomena. La sal que nos merece. ¿De qué lado estás Filomena? ¿Tú de qué lado estás? ¿Te atreves a dar el salto cabrona? ¿Te sumas a nosotras?

La primera noche que pasé en la Popa fue como si viera Cartagena por primera vez y vi que era una isla. Era una noche apenas y para todo lo que me alcanzó. Canté canté canté y era una noche apenas y cantaba como si por primera vez tuviera boca y era una isla sitiada y hambrienta lo que veía. Abajo el hambre y el sudor tener que cuidar y obedecer el trabajo de ser castigada la pata pelá y rajá de tanto ir rumbo a obedecer a recibir el castigo impuesto con mi aquiescencia obligada a cuidar criaturas que no deseé parir y deseando sin reconocerlo ser indómita indómita lo que soy ahora aquí indómita. En la Popa. Basta golpear una piedra pa hacer brotar el agua de beber abajo la ciudad de piedra me ahogaba. Solo hasta que pude verla desde aquí vi lo que era Cartagena abajo el matrimonio del barro fango del mar azul y la mierda el salitre oxidando las cabezas ahogando las narices esa noche apenas decidí respirar las grietas de la piel se me convirtieron en portales miré la D sonreída de la luna y saqué la lengua abajo Cartagena me vio sacar mi rosada y musculosa lengua y aquí en la Popa era Cartagena también y la visión de una candela me desacobardaba merecía la sal ser libre en la tierra que primero me besó los pies callosa y suave avenida una brisa palmas danzantes de mujer me acariciaba un olor a guiso de sotana y uniforme estrella espesaba una lengua encumbiada saqué bienvenida amiga grité desde la tarima bienvenida amiga me adoraba una totuma de sopa humosa me llevaba a la boca y con la lengua gocé.

Juan de Dios Sánchez Jurado (1q84). Nací en mayo entre el mar y el fango cartagenero. Mi mano izquierda goza al escribir. Con la derecha me limpio el culo. Estudié leyes en la universidad pública del Claustro de San Agustín. No defendí al capital siendo abogado. A punta de dentellas hice un hueco a la muralla que rodea el centro histórico y colonizado de Cartagena de Indias. Escapé hacia Bogotá donde la hierba, la niebla y la noche endemoniaron mis maneras de sacarle provecho al anonimato y la soledad. En una cama puesta a galopar halada por la cola volví a nacer yegua mecánica en la frontera entre Bushwick y Ridgewood, Queens. Me gradué de la maestría de Escritura Creativa en Español en el Yankee Stadium de El Bronx. En El Bronx también he sido profe de español para Heritage Spanish Speakers, una experiencia que terminó de enlo/enri/quecer la lengua con la que me gano la vida. Algunos cuentos salidos de este pechopelúo para leer on-line son Una sustancia hecha en Colombia, La virgen de los viciosos y Séneca me dibuja un ocho entre las patas. Me identifico como no-ordinario practicante de una escritura empollerada. Desde 2006 dirijo la revista cultural, callejera y canoamojá www.cabezadegato.com

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